¿Qué pasa con nuestra hipoteca si nos separamos?
A la hora de solicitar un préstamo hipotecario es normal que las parejas soliciten el préstamo en conjunto, ya que de esta manera, con sus respectivos ingresos es más sencillo que tengan viabilidad financiera, al igual que una mejora en las condiciones del préstamo.
Si una relación termina, las deudas siguen ahí. Por lo que, lo primero que tienes que entender es que para el banco, seguirá habiendo dos titulares y, por tanto, dos responsables de abonar las cuotas de los préstamos pendientes. Así que es indispensable encontrar una solución que beneficie a ambas partes.
¿Qué opciones tenemos?
La opción más sencilla para ambas partes sería reembolsar todo el capital del préstamo y cancelarlo. Aunque esto no siempre es posible ya que no todos los préstamos financian bienes físicos, como un piso, que pueda venderse para cancelar el crédito.
Una alternativa sería crear una cuenta conjunta, ésta únicamente serviría para el reembolso del préstamo. Es decir, cada mes, cada uno tendría que ingresar en esa cuenta la parte de la cuota que le corresponda. La desventaja de esta opción es que tiene que existir una confianza mutua de que ambos cumplirán con sus ingresos.
Si queremos evitar esos problemas, quizás sea mejor la siguiente opción. Realizar un cambio del titular del préstamo. De esta forma, una de las dos partes será la única responsable del pago del préstamo. El inconveniente es que nuevamente el banco tendrá que estudiar si la persona que pasa a ser el titular tiene el nivel económico necesario para hacer frente al pago sin problemas.